Es el segundo Paro Internacional de Mujeres. Se busca parar la producción, tanto en el trabajo como en casa, y luego movilizarse. En Buenos Aires habrá una marcha al Congreso a partir de las 17.

Hace solo un año y medio, miles de polacas convocaron a una huelga de mujeres. Reclamaban contra un proyecto de ley que pretendía penalizar el aborto, incluso el aborto espontáneo o el que se le practicaba a una mujer que había sido violada. Muchos gobernantes, al principio, dijeron que habían «salido a pasear un día laboral», pero la huelga rápidamente produjo un efecto que permitió a las manifestantes medir su fuerza: el parlamento rechazó el proyecto de ley.

Fue así que las polacas empezaron a contactarse con movimientos de mujeres que estaban madurando en otros países. Pasar de una huelga local al «Primer Paro Internacional de Mujeres» todavía sonaba a utopía. No lo fue: el 8 de marzo del año pasado mujeres de al menos 55 países se unieron en un reclamo global y elaboraron sus consignas particulares. Ya no sólo exigían políticas públicas para frenar los femicidios sino pretendían mostrar las otras formas de desigualdad y violencia cotidiana que viven las mujeres. El color del paro se unificó en el violeta.

En Argentina hubo múltiples consignas. Algunas de ellas: frenar el acoso callejero, mostrar la desigualdad salarial entre hombres y mujeres y las consecuencias de tener que salir a trabajar y además ocuparse de casi todo el trabajo en casa. En esa primera edición, sin embargo, la despenalización y la legalización del aborto, tuvieron poco eco.

Mañana, en cambio, la coyuntura hará que el violeta se mezcle con el verde, que es el color de los pañuelos de la Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito. De este modo, como ocurrió con la huelga de mujeres en Polonia, el aborto estará en el centro de la escena argentina. Ya hay mujeres de al menos 44 países que se sumarán al #8M.

Argentina: claves para el paro de mañana

Muchas organizaciones de todo el país participaron del armado y ninguna lleva la voz cantante. Lo importante es que el #8M no sólo busca que las mujeres se movilicen sino que paren de trabajar para hacer pie en uno de los slogans más sólidos: «Si las mujeres paran, se para el mundo».

La concentración es a partir de las 16 en Av. de Mayo 825, entre Piedras y Tacuarí. Desde las 17, se marcha hacia el Congreso. Quienes no puedan dejar de trabajar pueden mostrar su adhesión en las redes sociales usando los hashtag #8M y #ParoDeMujeres. Estos son algunos de los reclamos que unirán a las mujeres mañana, en su Día Internacional.

1. Aborto

El reclamo histórico llegó hace poco más de un mes al programa de Jorge Rial y siguió con una nueva «marea de pañuelos verdes» frente al Congreso. La presión social fue tal que el gobierno dio luz verde para habilitar el debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Ayer se presentó el proyecto de ley por séptima vez, aunque el contexto es muy diferente al de otros años (entró con 71 firmas de diputados).

Se espera que el #8M haga más presión para el inicio de lo que, se cree, será el debate del año. El eje no es «aborto sí o no» sino mostrar que la mujer que está dispuesta a abortar lo hace como sea, aunque eso implique provocárselo con una sonda o un tallo y terminar muerta por una infección. Se busca que se despenalice, para que no vayan presas, y que se legalice, para que se convierta en un tema de Salud Pública.

2. Femicidios

Aunque la indignación y la conciencia por los femicidios ya se instaló en la agenda, los asesinatos de mujeres -mayormente cometidos por sus parejas o sus ex- no disminuyeron. Sólo en las primeras dos semanas de este año, hubo 13 femicidios, según el registro de Mumalá: mujeres incendiadas, asesinadas, arrojadas a la basura, violadas.

El problema es que se da un paso para adelante y otro para atrás. Por ejemplo, si bien hay cada vez más medidas de protección y menos subestimación para mujeres en riesgo, ayer mismo la Defensoría General de la Nación informó que, en 2017, los denunciados no cumplieron las medidas de protección en más de la mitad de los casos. ¿Conclusión? Una de cada tres mujeres sufrieron nuevos hechos de violencia. Mañana se pedirán políticas públicas efectivas para prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres. Además, el cumplimiento Ley de Educación Sexual Integral para combatir la violencia machista desde la raíz.

3. Brecha de género:

La idea de que las mujeres hagan un cese de tareas es mostrar el valor del trabajo de las mujeres en la producción y cuestionar lo que se conoce como «la brecha de género»: se calcula que una mujer cobra el 27% menos que un hombre aunque haga el mismo trabajo. En el mercado informal, la brecha es aún más grande.

4. «Eso que llaman amor es trabajo no pago»

Otro de los ejes del #8M será poner en evidencia la carga que significa para las mujeres el «trabajo doméstico no remunerado». Es decir, la creencia de que a las mujeres les toca, por ser mujeres, cuidar a los chicos, a los adultos mayores, cocinar, limpiar. Según datos del INDEC, las mujeres destinan el doble de tiempo a hacer las tareas domésticas y de cuidado que los hombres. Que los padres tengan sólo 2 días de licencia cuando nacen sus hijos habla de eso: para la ley, no es a él a quien le corresponde quedarse a cuidar. En su reciente discurso inaugural del año legislativo en el Congreso, el presidente Mauricio Macri se comprometió a hacer «realidad» la paridad salarial y a presentar un proyecto para la extensión de la licencia por paternidad.

Pero por ahora, es un compromiso. Y por eso se llama a parar también en casa. Dejar de hacer los trabajos domésticos busca mostrar que muchas mujeres, por tener que ocuparse de este trabajo, sólo pueden acceder a trabajos precarios y son las más afectadas por la desocupación. Por eso se sugiere que los hombres que quieran participar del #8M se ocupen de cuidar a los chicos o de las tareas de las que suelen ocuparse ellas.

5. Mujeres trans

Dejar de ser «invisibilizadas» fue un reclamo que las mujeres trans venían sosteniendo. Especialmente porque los femicidios hablan de mujeres biológicas, no de quienes se autoperciben mujeres. Este año, la bandera central dirá, entre otras cosas, «Paro de mujeres, lesbianas, travestis y trans». El objetivo es que también se repare en los «travesticidios» o «transfemicidios», que son los crímenes de odio contra las mujeres trans.

2018-03-07T13:31:29+00:00