En tres spots con actores, propone que sean los varones los gestores de un cambio cuando son testigos de malos tratos contra las mujeres. El acoso callejero, la difusión de imágenes íntimas y la descalificación en la familia son los temas elegidos.
¿Quién no le dijo un piropo zarpado a una chica que pasaba con un pantalón ajustado? ¿Quién no ridiculizó alguna opinión sobre fútbol de su esposa o su novia y le pidió que se callara? ¿Quién no compartió en un grupo de Whatsapp una foto de una conocida que estaba «buenísima» en una situación íntima?
En los tres cortos de #CambiáEltrato, la primera campaña protagonizada solamente por hombres para visibilizar la violencia hacia las mujeres, no son lasj mujeres, las víctimas, las que hablan. Ni siquiera aparecen en la pantalla. Son los varones, los pares de los que ejercen la violencia, los que aparecen como actores del cambio, con planteos y comentarios no estereotipados, ni clásicos del tipo de «pensá si fuera tu hermana o tu mamá».
«Hay conductas que son violencia y que no se ven como tales, no necesariamnete tiene que haber un empujón o un golpe. Esas violencias no matan, pero atacan la dignidad, quitan la alegría, las ganas de salir a la calle», dice Florencia Yanuzzio, presidenta de la fundación Avón.
«Por primera vez hombres les hablan a otros hombres con un diálogo que no acusa, sino que los invita a que se repiensen. Se hizo una campaña de hombres para hombres, poniendo el foco en ellos, que apunta a lograr nuevos códigos, modificar la forma en que nos tratamos. Queremos que ellos lo piensen juntos», explica.
De los cortos participaron los actores Carlos Portaluppi, Andrés Gil, Felipe Colombo, Matías Mayer, Martín Slipak y Agustín Corsi.
En uno se ve una típica situación de acoso callejero. Es un amigo el que le explica al acosador que no «está bueno» que una piba tenga miedo cuando sale , y que tiene derecho a vestirse con un «shortcito» sin que le griten ni la amenacen.
Unión Europea, ONU Mujeres y la Casa del Encuentro participaron también en esta campaña que se va a replicar con otros formatos en todo el mundo. La versión global, que se difundirá por países tan dispares culturalmente como Canadá y Turquía, utiliza animaciones.
«Ella se dejó»
En un segundo spot, dos amigos hablan sobre una foto de una chica desnuda que difundió uno de ellos.» ¿ Ella sabe?» pregunta uno . «Si, cómo no va a saber … aunque me dijo borrala. Estábamos jugando, además ella se dejó.» alega el otro. «No era para que se hiciera viral…» se excusa » Viral o no, era un momento de uds intimo y lo vimos nosotros, para que digamos Juancito que capo miré lo que se está comiendo. Lo que pasa entre uds, que quede entre uds. Sacar fotos de un momento íntimo sin consentimiento es violencia», concluye el otro.
El diálogo fluye con naturalidad. No hay censura, hay una invitación a razonar, y al final, una recomendación. «Si te llega una foto asi no la compartas, cortá la cadena. Y si no te da para hablarlo, compartí este video».
«Somos hombres hablándonos ente nosotros. La violencia más brutal es evidente, pero hay otras cosas que uno tiene normalizadas», opina Felipe Colombo. «Lo empezamos a notar ahora y no sabemos qué hacer con eso. Los varones registramos muchas cosas pero este trató de frenar el carro sin bajar línea ni sermonear, sino siendo un par, diciendo que esto no esta bueno. Tenemos que aprender mucho todavía. Yo aprendo hasta escuchando a mi hija de 9 años».
Matías Mayer coincide: «No se quiso hacer una campaña poco verósimil, fuimos muy quisquillosos discutiendo cada palabra, para que nada sonara armado. Porque si no es natural, es mal recibido por quien la ve del otro lado». Y agrega «El que vive una situación así y siente que le hace un poco de ruido compartir una foto de una conocida, lo tapa con la aprobación de todos los demás de su grupo».
«Quisimos que los varones se identifiquen, que los toque en algún punto. Digan Ah, eso me pasó el otro día», apunta Colombo.
Quién te llenó la cabeza
Probablemente de los tres coros, el más conmovedor y soprendente es el de un padre, Carlos Portaluppi, interpelado por un hijo adulto por el maltrato a su madre, mientras mira despreocupadamente un partido. La descalificación constante , el «vos no hables que de esto no sabés nada», dicho enfrente de la familia también es violencia. El intercambio es elocuente.
-«Me tienen harto con esta cuestión del feminismo, ahora resulta que todo es violencia. ¿Quién te llena la cabeza, la chica con quien salís?»
-«La que me llena la cabeza es la tristeza de mamá… »
-«Pero yo a tu madre la quiero…e s mi forma», se justifica el padre
-«Bueno, cambiá la forma, no se. Y si tanto la querés, tratala con respeto«.
Agustín Corsi, que interpreta al hijo que sale en defensa de su madre, sostiene que el también «tenía naturalizadas un montón de situaciones, cuando veía que padres de amigos con cierto humor ridiculizaban a su mujer. Esta situación, un hijo hablándole así a un padre, diciéndole que la violencia no son solo los golpes, nunca se había visto».
La presentación fue conducida por la periodista Luciana Peker y estuvieron presentes Ada Rico, presidenta de la Casa del Encuentro, una representante del gobierno de la Ciudad que inició una campaña en vía publica para tomar conciencia sobre el acoso callejero, y otra representante de la ONG El Faro Digital, que capacita sobre seguridad en las redes e internet.
https://tn.com.ar/sociedad/cambiaeltrato-una-campana-contra-la-violencia-machista-que-no-mata_916017