En un partido espectacular, el tandilense derrotó a Milos Raonic y dio un nuevo paso en el segundo Masters 1000 de la temporada.
«Física y mentalmente estoy con lo justo, dejé todo lo que tenía». Agotado y feliz por el triunfo. Así estaba Juan Martín Del Potro tras vencer a Milos Raonic en cuartos de final del Masters 1000 de Miami. Fue una victoria espectacular y muy trabajada por 5-7 y 7-6(1) y 7-6(3).
«En los tie-break creo que fue cuando mejor jugué en todo el partido y por suerte era cuando más lo necesitaba», dijo Del Potro a la prensa.
Destacó que es increíble lo que Raonic «levantó su nivel» desde que le ganó en semifinales de Indian Wells hace 11 días por 6-2 y 6-3, y, sobre todo, el «potencial que tiene y lo bien que puede jugar en pocas semanas más».
«Estoy contento de haber ganado a un Raonic mucho mejor que la semana pasada, pero el desgaste es muy grande y espero estar bien para semifinales», dijo al destacar que espera que ese cansancio no sea un inconveniente extra para jugar contra el estadounidense John Isner.
Sobre su próximo rival, indicó que «mentalmente» tendrá que estar bien. Isner no es un jugador de darle mucho ritmo a los partidos y su saque potente significa todo un problema.
«La preparación pasa por mi lado, por como estoy yo, así que eso no va cambiar, pero lo más importante es sentirme un poco mejor físicamente», explicó.